jueves, 10 de septiembre de 2015

LECTURAS ADAPTADAS

Capítulo primero
Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha



http://www.diarioprovincia.com/documentos/5/quijotedibujos6xe.jpg EN UN LUGAR de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura. Y también cuando leía: [...] los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.
Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianís daba y recebía, porque se imaginaba que, por grandes maestros que le hubiesen curado, no dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales. Pero, con todo, alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma y dalle fin al pie de la letra, como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran. Tuvo muchas veces competencia con el cura de su lugar -que era hombre docto, graduado en Sigüenza-, sobre cuál había sido mejor caballero: Palmerín de Ingalaterra o Amadís de Gaula; mas maese Nicolás, barbero del mesmo pueblo, decía que ninguno llegaba al Caballero del Febo, y que si alguno se le podía comparar, era don Galaor, hermano de Amadís de Gaula, porque tenía muy acomodada condición para todo; que no era caballero melindroso, ni tan llorón como su hermano, y que en lo de la valentía no le iba en zaga.
En resolución, él se enfrascó tanto en su letura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles; y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo. Decía él que el Cid Ruy Díaz había sido muy buen caballero, pero que no tenía que ver con el Caballero de la Ardiente Espada, que de sólo un revés había partido por medio dos fieros y descomunales gigantes. Mejor estaba con Bernardo del Carpio, porque en Roncesvalles había muerto a Roldán, el encantado, valiéndose de la industria de Hércules, cuando ahogó a Anteo, el hijo de la Tierra, entre los brazos. Decía mucho bien del gigante Morgante, porque, con ser de aquella generación gigantea, que todos son soberbios y descomedidos, él solo era afable y bien criado. Pero, sobre todos, estaba bien con Reinaldos de Montalbán, y más cuando le veía salir de su castillo y robar cuantos topaba, y cuando en allende robó aquel ídolo de Mahoma que era todo de oro, según dice su historia. Diera él, por dar una mano de coces al traidor de Galalón, al ama que tenía y aun a su sobrina de añadidura.
En efeto, rematado ya su juicio, vino a dar en el más estraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo; y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante, y irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros donde, acabándolos, cobrase eterno nombre y fama. Imaginábase el pobre ya coronado por el valor de su brazo, por lo menos, del imperio de Trapisonda; y así, con estos tan agradables pensamientos, llevado del estraño gusto que en ellos sentía, se dio priesa a poner en efeto lo que deseaba.
Y lo primero que hizo fue limpiar unas armas que habían sido de sus bisabuelos, que, tomadas de orín y llenas de moho, luengos siglos había que estaban puestas y olvidadas en un rincón. Limpiólas y aderezólas lo mejor que pudo, pero vio que tenían una gran falta, y era que no tenían celada de encaje, sino morrión simple; mas a esto suplió su industria, porque de cartones hizo un modo de media celada, que, encajada con el morrión, hacían una apariencia de celada entera. Es verdad que para probar si era fuerte y podía estar al riesgo de una cuchillada, sacó su espada y le dio dos golpes, y con el primero y en un punto deshizo lo que había hecho en una semana; y no dejó de parecerle mal la facilidad con que la había hecho pedazos, y, por asegurarse deste peligro, la tornó a hacer de nuevo, poniéndole unas barras de hierro por de dentro, de tal manera que él quedó satisfecho de su fortaleza; y, sin querer hacer nueva experiencia della, la diputó y tuvo por celada finísima de encaje.
Fue luego a ver su rocín, y, aunque tenía más cuartos que un real y más tachas que el caballo de Gonela, que tantum pellis et ossa fuit, le pareció que ni el Bucéfalo de Alejandro ni Babieca el del Cid con él se igualaban. Cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría; porque, según se decía él a sí mesmo, no era razón que caballo de caballero tan famoso, y tan bueno él por sí, estuviese sin nombre conocido; y ansí, procuraba acomodársele de manera que declarase quién había sido, antes que fuese de caballero andante, y lo que era entonces; pues estaba muy puesto en razón que, mudando su señor estado, mudase él también el nombre, y [le] cobrase famoso y de estruendo, como convenía a la nueva orden y al nuevo ejercicio que ya profesaba. Y así, después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante: nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.
Puesto nombre, y tan a su gusto, a su caballo, quiso ponérsele a sí mismo, y en este pensamiento duró otros ocho días, y al cabo se vino a llamar don Quijote; de donde -como queda dicho- tomaron ocasión los autores desta tan verdadera historia que, sin duda, se debía de llamar Quijada, y no Quesada, como otros quisieron decir. Pero, acordándose que el valeroso Amadís no sólo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por Hepila famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya y llamarse don Quijote de la Mancha, con que, a su parecer, declaraba muy al vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della.
Limpias, pues, sus armas, hecho del morrión celada, puesto nombre a su rocín y confirmándose a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse; porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto y cuerpo sin alma. Decíase él:
-Si yo, por malos de mis pecados, o por mi buena suerte, me encuentro por ahí con algún gigante, como de ordinario les acontece a los caballeros andantes, y le derribo de un encuentro, o le parto por mitad del cuerpo, o, finalmente, le venzo y le rindo, ¿no será bien tener a quien enviarle presentado y que entre y se hinque de rodillas ante mi dulce señora, y diga con voz humilde y rendido: «Yo, señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindrania, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero don Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante?».
¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quien dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque, según se entiende, ella jamás lo supo, ni le dio cata dello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo, y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque era natural del Toboso; nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.






martes, 2 de octubre de 2012



En estas últimas décadas, abundan los estudios sobre cómo mejorar la ortografía porque abundan los alumnos y alumnas con dificultad en la ortografía. En cualquier caso, estos estudios han demostrado que sirve de poco estudiarse un sin fin de reglas ortográficas que resultan ser tan abstractas y complejas como la propia ortografía española. Convendría, por lo tanto, saberse pocas reglas pero que funcionan siempre (ya que no tienen excepción) y nos sirven como unos truquitos en caso de dudas.

OCHO NORMAS ORTOGRÁFICAS AMPLIAS                         


1. Se escribe “b”, si le sigue cualquier consonante. Ej.: blanco, obvio, bravo, obstruir, brazo, abjurar..
2. Se escribe con “b” , si es un verbo en pasado terminado en aba, abas, ábais, aban, ábamos. Ej: cantaba, bailaba, fastidiabas, ...
3. Antes  de  “p” y  de  “b” siempre se escribe “m” (nunca “n”). Ej: campo, ampliar, cambio, ...
4. Sólo se escribe “rr” si suena fuerte y va entre vocales. Ej: carro, cerro, corría, ...
5. Se escriben con “ll” todas las palabras acabadas en illo, illa, illos, illas. Ej: amarillo, mesilla, ...
6. Para saber si una palabra termina en “z” o en “d”, busca su plural y aparecerá la letra.
    Ej: nuez. nueces, red/ redes, ...
7. Empiezan por “h” todas las palabras que empiezan por hie o por hue. Ej. Huevo, hielo...
8. Se escriben con "J" todas las palabras que terminen por -aje.
    Ej: garaje, maquillaje,...


PEQUEÑO RESUMEN DE
LAS NORMAS ORTOGRÁFICAS DE LA RAE



A- SIMPLIFICACIÓN DE GRAFÍAS

1) PREFIJO POS
 Se recomienda escribir la forma simplificada de pos- en las palabras que en origen contengan el prefijo post
Ejemplos: posdata, posgrado, posmoderno, posparto, posoperatorio, poselectoral… Excepto: palabra simple que empieza por s: postsoviético.

2) PREFIJOS ACABADOS EN -A
 Pueden escribirse tanto con -aa- como con -a-:
• Las palabras con prefijos terminados en -a, como contra-, extra-, infra-, intra-, meta-, para-, supra-,  tetra- o  ultra-, antepuestos a palabras que comienzan también por a-
Son válidas las grafías: contralmirante, contranálisis, contrargumentar o contratacar junto a contraalmirante, contraanálisis, contraargumentar y contraatacar, que conservan la doble vocal.
Se acepta la doble grafía como extrabdominal/ extraabdominal, infralímentar/ infraalimentar, intrarticular/ intraarticular, megatentado/ megaatentado, parautonómico/ paraautonómico, supraórtico/ supraaórtico, tetratómico/ tetraatómico o ultratlántíco/ ultraatlántico

3) PREFIJOS ACABADOS EN -E
Se admiten las grafías simplificadas de las palabras formadas con prefijos terminados en -e como: preclamsia/ preeclampsia, prestreno/ preestreno, requetestúpido/ requeteestúpido, sobrentender/ sobreentender, sobresdrújulo/ sobreesdrújulo, sobresfuerzo / sobreesfuerzo, teleducación/ teleeducación o vicentrenador/ viceentrenador.

4) PREFIJOS ACABADOS EN -I
Se admiten las grafías simplificadas de las palabras formadas con prefijos terminados en –i: disocianato /diisocianato,  mininvestigación/ miniinvestigación, multinstitucional/ multiinstitucional, plurideológico/ pluriideológico, polinsaturado/ poliinsaturado, semiinconsciente /seminconsciente o toxinfeccioso/ toxiinfeccioso.

B- LAS NUEVAS GRAFÍAS

5) Los nombres propios compuestos
Se admiten su escritura en una sola palabra: Mariángeles, Josemanuel, Juampablo, Joseángel, Josemilio, Mariarrosa, etc.

6) Se recomienda escribir juntas las palabras siguientes:
A cal y canto, A rajatabla, A tocateja, Altamar, Aprisa, Arcoíris, Asimismo (=también), Bienvenido, Bocabajo, Bocarriba, Contrarreloj, Cubalibre, Enfrente, Enseguida, Entretanto, Exlibris, Maleducado, Medianoche, Medioambiente, Nochebuena, Padrenuestro, Sobremanera.
No se muestra preferencia en secuencias como guardia civil / guardiacivil o
mal humor / malhumor.

7) EL PREFIJO EX
Todos los prefijos, incluido ex-, deben escribirse unidos a su base léxica cuando esta es solo una palabra: exmarido, expresidente, exdirector, etc. En cambio, se escribe separado con guion si la base léxica es un nombre propio (anti-Franco, pro-África) o una sigla (antiOTAN), y separado sin guion cuando la base léxica consta de varias palabras (ex primer ministro, pro derechos humanos).

C) LAS TILDES

1) MONOSÍLABOS
Palabras como fie, guion, truhan, Sion o hui resultan ser monosílabas a efectos de acentuación gráfica y, por ello, deben escribirse obligatoriamente sin tilde.
Los triptongos buey, fiais, lieis  son monosílabas y deben escribirse sin tilde

2) LA O
Supresión de la tilde en la conjunción disyuntiva o.

3) ESTE, ESE, AQUEL
Los pronombres demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionando como pronombres (Este es tonto;Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), son voces que no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por ser bisílabas llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda yacabar en consonante distinta de n o s.

4) SOLO
La palabra solo, tanto cuando es adverbio (Solo trabaja de lunes a viernes) como cuando es adjetivo (Está solo en casa todo el día),  no debe llevar tilde.

5) A DÓNDE / ADÓNDE; A DONDE / ADONDE
Las dos opciones gráficas son correctas, tanto para el adverbio interrogativo o exclamativo (¿A dónde vamos? y  ¿Adónde te llevan?) como para el adverbio relativo locativo (Es el único lugar a donde no quiero ir y  Es el único sitio adonde me gustaría ir).

6) POR QUE
Se escribirá en dos palabras cuando la preposición va detrás del verbo u otro elemento que la rige (introduce un complemento de régimen preposicional): Voto por que la incluyamos; El verano se caracteriza por que sus días son calurosos; Está loco por que termine el curso.

¡A estudiar de nuevo, ánimo!
Sylvia.






HOMÓFONOS/ FALSOS HOMÓFONOS Y PARÓNIMOS        


El mayor problema de nuestra preciosa lengua española es el parecido sonoro entre varias palabras. Esto es la homofonía de las palabras porque cuando aprendemos a hablar, lo hacemos a través del oído y cuando aprendemos a leer, no terminamos de leer con atención sino que miramos el principio de la palabra y la recordamos, según nos suena. ¡A qué no leemos tan fluido una palabra como: "Eledoisina trifluoracetato"!   (tranquilidad, es un principio activo, no se dice a diario).

Hay que volver a habituar el ojo y recordar la ortografía junto con su significado de forma visual, como si fuese un dibujo.
Aquí tienes una lista de las palabras homófonas más frecuentes y sus significados:


arrollo : de arrollar / Arroyo : río pequeño
Ayes : quejidos/  Halles : de hallar
Bolla : bollo /Boya : cuerpo flotante
Bollero : hace bollos/ Boyero : lleva bueyes
Callado : de callar/  Cayado : bastón
Calló : de callar/ Cayó : de caer
Desmallar : de malla(red)/ Desmayar :desfallecer
Gallo : ave, pez / Gayo : alegre
Hollo : de hollar / Hoyo : agujero
 Hulla : carbón/ Huya : de huir
Mallar : hacer malla/  Mayar : maullar
 Molla : de carne/ Moya : apellido
Olla : vasija / Holla : hoyo
 Ollera : de olla/  Oyera : de oír
Rallar : desmenuzar/ Rayar : hacer rayas (líneas)
Valla : cercado /Vaya : de ir 

LOS SIGNOS DE PUNTUACIÓN                                                   


Los signos de puntuación se utilizan en los textos escritos para 

poder reproducir el tono y la prosodia de la lengua oral (pausas, matices de voz, gestos, cambios de tono, etc.). De ese modo, se puede interpretar más correctamente el mensaje escrito.
Sobre todo, permiten que se eviten las malas interpretaciones de un texto.

Fíjate ,por ejemplo, en la siguiente frase: <<No está mal eso>>,si utilizamos otros signos de puntuación, cambia el sentido:<<No, está mal eso>>

Según la Ortografía de la RAE el español cuenta con los siguientes signos de puntuación:
Punto
.
coma
,
punto y coma
;
dos puntos
:
puntos suspensivos
...
signos de interrogación
¿ ?
signos de exclamación
¡ !
paréntesis
( )
corchetes
[ ]
raya 
-
comillas
« »; " "; ' '. 


Nos centraremos en explicar el uso de : el punto, la coma y el punto y coma que son los más frecuentes.

A- La coma

1.- Para separar dos o más palabras o frases que sean de la misma clase, o formen enumeración, siempre que entre ellas no figuren las conjunciones y, ni, o.
Compra chocolate, harina y huevos.

2.- Para  aportar una aclaración o ampliación dentro de una frase.
Descartes, gran filósofo francés, escribió muchos libros.

3.-Cuando se cambia el orden normal de una oración.
Con este mal tiempo, no podemos ir al parque.

4.-Detrás de los elementos que sirven para enlazar (enlaces y locuciones)
No obstante, iremos.
Será, seguramente, la mejor solución.


B-El punto y coma

Indica una interrupción más larga que la de la coma. Se emplea:


1.- Para separar los diferentes elementos de una frase larga que ya lleva coma.

Estuve en muchos rincones del mundo, viendo muchas obras de arte; sin embargo, no me gusta hablar de ello.

2.-Antes de las conjunciones o locuciones conjuntivas "mas, pero, aunque, no obstante", si la oración es larga (si es corta, con una coma, basta).


Nos vamos siempre a dar un paseo, aunque sea a la vuelta de la esquina; pero siempre nos damos un paseo.


C- El punto
Hay 3 tipos:
1- Punto y seguido: para separar los enunciados de un mismo párrafo. (se sigue escribiendo en la misma línea)
2- Punto y aparte: para separar párrafos de un mismo texto. (se escribe en el renglón siguiente, respetando el margen)
3- Punto final: para terminar un texto.


La puntuación es fundamental.  Fíjate en la ambigüedad de estas frases:

1) En el siguiente ejemplo una coma vale un euro:
Café, puro y copa a un euro cada uno son... tres euros.
Café puro y copa a un euro cada uno son...dos euros.

2) Y aquí. vale una cabeza:
Perdón imposible, que cumpla su condena.
Perdón, imposible que cumpla su condena

3) En este ejemplo, la coma vale una parte disciplinario:
 El maestro dijo: «Javier es un burro».
- El maestro -dijo Javier- es un burro.

4) A continuación viene un buen ejercicio de estilística: el arte de usar la puntuación a su conveniencia.


 
EL TESTAMENTO

Se cuenta que un señor, por ignorancia o malicia, dejó al morir el siguiente testamento sin signos de puntuación: «Dejo mis bienes a mi sobrino Juan no a mi hermano Luis tampoco jamás se pagará la cuenta al sastre nunca de ningún modo para los jesuitas todo lo dicho es mi deseo». El juez encargado de resolver el testamento reunió a los posibles herederos, es decir, al sobrino Juan, al hermano Luis, al sastre y a los jesuitas y les entregó una copia del confuso testamento con objeto de que le ayudaran a resolver el dilema. Al día siguiente cada heredero aportó al juez una copia del testamento con signos de puntuación.
Juan, el sobrino:
«Dejo mis bienes a mi sobrino Juan. No a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
Luis, el hermano:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¡A mi hermano Luis!. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
El sastre:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
Los jesuitas:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco, jamás. ¿Se pagará la cuenta al sastre? Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas todo. Lo dicho es mi deseo».
El juez todavía pudo añadir otra interpretación:
«¿Dejo mis bienes a mi sobrino Juan? No. ¿A mi hermano Luis? Tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo».
Así que el señor juez, ante la imposibilidad de nombrar heredero, tomó la siguiente decisión:
«... por lo que no resultando herederos para esta herencia, yo, el Juez me incauto de ella en nombre del Estado y sin más que tratar queda terminado el asunto».




LAS CONJUNCIONES


Son elementos que sirven para enlazar frases entre ellas o elementos dentro de una misma frase. De este modo, conseguimos un discurso más claro, preciso y coherente. Según la conjunción que emplearemos, así le daremos el significado a nuestra frase.
En cualquier caso, la utilización adecuada de las conjunciones da una calidad considerable al texto escrito.

Se dividen en varios grupos, como ya hemos dicho, según su significado pero también según su valor sintáctico.

A- Conjunciones coordinantes

Como su nombre indica, sirven para unir dos elementos de una misma oración.
Hay tres tipos:
1- Copulativas: y, e, ni
Ej.: Lengua y literatura castellana.

2- Disyuntivas: o, u, o bien
Ej.: Ten cuidado o te caerás.

3- Distributivas: ya…ya; bien…bien; tan pronto … como.
Ej.: Llegaré tan pronto como pueda.

4- Adversativas: pero, mas, aunque, sin embargo, no obstante, antes, antes bien, por lo demás, sino, excepto, antes bien
Ej.: Abre todos los días excepto los martes por la tarde.

B- Subordinantes:
 sirven para unir la proposición principal y la subordinada.

1- Causales: porque, pues, puesto que, ya que, como
Ej.: Iré yo, ya que no viene ella.

2- Comparativas: que
Ej.: Es más callada que su hermano.

3- Concesivas: aunque, bien que, por más que, si bien.
Ej.: Ha venido aunque estuviera mala.

4- Condicional: si, con tal que, siempre que, como
Ej.: Haría cualquier cosa con tal de que se callara.

5- Consecutivas: pues, luego, así que, de modo que, conque
Ej.: No voy a decirte tu nota, con que ya te puedes estar sentado

6- Finales: para que, a fin de que
Ej.: No lo hizo para que te enfadaras.

7- Temporales: mientras, cuando
Ej.: Vino cuando ya habíamos acabado.





PAUTAS PARA HACER UN RESUMEN


1- Siempre debe ser un 30 o 40% más corto que el original.
2- Expresar las ideas principales: enfocar la atención en los verbos (que expresan las acciones de máximo interés y los sustantivos que es donde recae la información de las personas u objetos de los que hablamos)
3- Sigue el orden de presentación del texto (cronológico o no).
4- Nunca des tu opinión ni hables en primera persona.
5- No realices enumeraciones de ningún dato del texto (solo son detalles)
6-. No emplees los puntos suspensivos o la palabra “etc” (solo se usan para hacer enumeraciones).
7- Nunca repitas elementos de descripciones, solo nos interesan los hechos y las personas.
8- Usa palabras claras y precisas, sin repetir las del texto (usa sinónimos).
9- Evita las frases muy largas, te pierden y se pierden los demás… ¡pero que no estén sin relación entre ellas como si fuese un telegrama! Para ello, usa los conectores.
10- Todos los textos narrativos contestan básicamente a las mismas preguntas:
--¿Quién? (de lo que se habla: personas, personajes)
--¿Qué? (hechos y sucesos= la acción)
--¿Cómo? (modo en el que se realiza la acción)
--¿Cuándo? (tiempo)
--¿Por qué? y ¿Cómo? (causa(s) de la acción)


Cómo hacer una composición escrita

En la secundaria, sobre todo, y también en bachillerato, se les pide a los alumnos/-as que redacten composiciones escritas o redacciones. No solo se les pide que realicen este tipo de texto en lengua castellana, sino también en lenguas extranjeras, bajo el enunciado de: " ¿Qué puedes decir/ qué opinas/ de/ sobre....?" .
Vamos a ver a continuación una serie de pautas a seguir y errores a evitar para realizar este tipo de trabajo escrito.

LOS TEXTOS PERSUASIVOS

Son aquellos textos (escritos u orales) que intentan cumplir la llamada “función fática”, es decir la manera en la que usamos la lengua para influir en la conducta y convencer a alguien para que actúe o piense de determinada manera.
También podemos reconocer, en ellos, la función apelativa, es decir aquellas estrategias que usamos para llamar la atención de nuestro receptor. Por ejemplo, la segunda persona, el , de quien se espera una realización o un acto de respuesta.
En muchos textos persuasivos se recurren mucho a la función poética o estética, con la cual se crea belleza en nuestra forma de expresarnos.

I- ORGANIZACIÓN DEL TEXTO

Están escritos en forma de prosa, redactados en párrafos que tienen dependencia física entre sí gracias a una separación espacial (se salta un renglón)
A veces se resaltan palabras o expresiones para que llame la atención del receptor; en ocasiones se agregan imágenes, dibujos o grabados para enriquecer la presentación y hacerla más agradable, o para que al lector le sea más fácil comprender el escrito. Si el texto se presenta oralmente, haremos hincapié en las palabas que nos interesan mediante el tono y la intensidad de la voz. Además, para que las ideas claves sean captadas como es debido por los receptores, bastará con repetirla de diferentes maneras (usando sinónimos, por ejemplo)

1- PRESENTACIÓN O INTRODUCCIÓN

El titulo es sugerente porque al leerlo nos da idea de lo que se trata en el desarrollo del texto.
Si el tipo de texto no te permite poner un título, entonces hay que empezar por una introducción donde explicarás, brevemente, de qué va a tratar tu escrito con frases de preámbulo, como por ejemplo: “Vamos a tratar el tema de …/

2- ESTRUCTURA INTERNA O EL CUERPO DEL TEXTO

Recuerda que tu intención es convencer al destinatario para que comparta tu opinión o realice una acción determinada.
Después de la introducción, aparece el desarrollo.
Este debe constar de dos partes (bien divididas por párrafos, como ya hemos dicho)
1º párrafo: los puntos positivos, o a favor del tema
2º párrafo: los puntos negativos o en contra del tema

3-CONCLUSIÓN:

Hay que resumir las grandes ideas que hemos expresado y finalmente puedes dar tu opinión o intentar resolver la problemática planteada.

II- CARACTERÍSTICAS DE LA LENGUA:

1-ADECUACIÓN.

Es fundamental adecuar el registro, tono y vocabulario al receptor, el tema y la situación.

2- COHERENCIA
Es una propiedad de los textos bien formados que permite concebirlos como entidades unitarias, es decir, que podamos comprender de lo que estamos hablando. Así, las diversas ideas secundarias aportan información relevante para llegar a la idea principal.

3- COHESIÓN

Conjunto de procedimientos que permiten organizar las ideas expuestas en un texto. Se utilizarán los conectores para organizar las ideas y las diferentes frases. También enlazaremos nuestros párrafos y diferentes puntos con frases de tipo “A continuación, vamos a ver/ Como hemos visto anteriormente/ Por lo contrario podemos decir/etc…”

III- ERRORES A EVITAR

1- NUNCA empieces por “Yo creo//pienso que…”(eso se deja para el final)
2- NUNCA uses guiones para separar tus ideas, ni números, ni letras. Esa separación se debe hacer con palabras y frases de conexión.
3- NUNCA empieces por “En este texto vamos a ver…”(¿Qué texto? ¡Aún no has escrito nada!)
4- NUNCA hables de diferentes temas (sobre todo si no tienen nada que ver)